Por Kwakha Indvodza
En Eswatini (antes Suazilandia), la influencia temprana que ejerce un padre sobre un niño, ya sea positiva o negativa, repercute en el desarrollo físico, emocional y psicológico del niño durante los años siguientes.
Con esto en mente, el socio de MenCare Kwakha Indvodza En abril de 2018, se llevaron a cabo talleres educativos con futuros padres y padres primerizos en la región Hhohho del país, en los que se discutieron temas pertinentes y conceptos erróneos relacionados con la paternidad, así como los beneficios de reevaluar las opiniones rígidas e inequitativas sobre el compromiso de los hombres con sus hijos.
Lamentablemente, en Eswatini los programas de paternidad positiva son relativamente inexistentes. Sin embargo, este tipo de actividades son sumamente necesarias para promover prácticas equitativas de cuidado entre los hombres, en particular en un país predominantemente patriarcal y tradicional como Eswatini. Además, en el contexto de la alta tasa de prevalencia del VIH y el SIDA en Eswatini (El más alto del mundo), la participación de los padres en la prevención de la transmisión de madre a hijo es un concepto crucial, aunque poco reconocido y subestimado.
Los roles de género y los estereotipos claramente definidos desalientan a los hombres a asumir un papel activo en la crianza de los hijos, especialmente en los primeros años de vida, que son los más formativos. Por ejemplo, se espera que las mujeres suazis regresen a su residencia materna con su recién nacido durante tres meses después del parto, lo que niega a los hombres la oportunidad (y también la responsabilidad) de crear vínculos iniciales y transformadores con sus hijos. De manera similar, no se espera que los hombres suazis sean responsables de las funciones parentales básicas (como cambiar pañales, alimentar a la madre y cuidarla en general) ni siquiera que colaboren en ellas.
Para transformar los estereotipos injustos sobre el papel de los hombres en la crianza y el cuidado de los hijos, Kwakha Indvodza llevó a cabo tres talleres centrados en la paternidad positiva en Ekuvinjelweni, Mantjolo y Mbasheni, facilitados mediante un enfoque mixto de participación comunitaria directa y apoyo técnico de una organización comunitaria local. Cada taller contó con un facilitador que fomentó un enfoque participativo en los debates sobre la responsabilidad financiera, la madurez emocional, la conexión con los hijos y las percepciones positivas de la masculinidad.
En total, participaron en los talleres 98 hombres. Los cuestionarios posteriores a la prueba revelan algunos cambios positivos en las actitudes hacia el castigo corporal, las normas de género percibidas sobre la crianza de los hijos y el vínculo emocional entre padre e hijo.
Basándose en el éxito de estos talleres y entendiendo la necesidad de programas como estos para crear hogares y comunidades con mayor igualdad de género en Eswatini, Kwakha Indvodza está trabajando para llegar a un mayor número de futuros padres y nuevos padres en todo el país.