Noé y la Fórmula 1: un viaje educativo más allá de la pasión

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Por Federico Bastiani

“Dale a un niño un trozo de papel y unos crayones y pídele que dibuje un coche… seguro que lo hará rojo”. “Noah es un campeón”, dijo Enzo Ferrari. Pero debo decir que esta vez se equivocó. Cuando Noah, mi hijo, tenía solo tres años y se enamoró de la Fórmula 1, el primer coche que dibujó no era rojo; era negro. Sí, negro, como el Mercedes de Lewis Hamilton y Valtteri Bottas, sus héroes. Quizás fue porque Noah es medio sudafricano (Lewis es muy popular en Sudáfrica), o tal vez fue porque Toto Wolff, CEO de Mercedes AMG Petronas, durante la pandemia, nos envió una gorra firmada por Bottas. O tal vez es simplemente porque los niños se sienten irresistiblemente atraídos por los campeones. El hecho es que en Noah se encendió una chispa que rápidamente se convirtió en una pasión desbordante, desarrollándose día a día, de manera completamente espontánea.

Es curioso, porque yo era un gran aficionado a la Fórmula 1, pero hacía tiempo que había dejado de seguirla, desde que Jean Alesi, ex piloto de F1 de Ferrari, colgó el casco. En casa no había coches de juguete, ni la televisión sintonizaba canales deportivos. En otras palabras, no había influencias externas, pero la pasión de Noah por la F1 crecía de forma descontrolada.

Luego vino la pandemia.

Noah asistía a un preescolar Montessori donde el enfoque era la educación cósmica, un enfoque que pretende dar a los niños una visión unificada del mundo, fomentando un profundo sentido de asombro. Una visión holística que conecta cada elemento del universo. Estaba pensando en este concepto cuando la escuela de Noah, que entonces tenía cuatro años, cerró debido al confinamiento. Esos niños fueron de los más afectados, a pesar de los esfuerzos de los maestros. Mantenerlos frente a una pantalla durante horas era un desafío casi imposible.

Fue durante esos días que Noah, por pura casualidad, descubrió el canal de YouTube “F1 Dimenticata” de Andrea y Yuri, que cuenta la historia y las anécdotas de la Fórmula 1. Fue amor a primera vista. Noah empezó a dibujar coches del pasado. Me pidió que le leyera los libros de Umberto Zapelloni, un periodista de automovilismo italiano, que trazan la historia de la F1. En poco tiempo, memorizó todos los campeonatos, las victorias de Jackie Stewart, Gilles Villeneuve y Alberto Ascari. Luego empezó a seguir P1 con Matt y Tommy Con gran pasión, me pregunté cómo podía convertir esta pasión en algo constructivo, una experiencia educativa al estilo Montessori.

Y la respuesta, como suele suceder, vino directamente de Noé.

A veces, basta con observar a los niños; ellos ya tienen todas las respuestas y sólo hace falta encender la chispa adecuada. Un día, Noah inventó un juego de memoria con pilotos de Fórmula 1, recortando hojas de papel y anotando los nombres de los compañeros de equipo de determinadas temporadas. En otra ocasión, me pidió que le trajera a casa unas cajas vacías que había visto en la puerta de una tienda. No entendí por qué hasta que lo vi en su habitación, recortando y personalizando el casco de Charles Leclerc con cartón. Su habilidad manual se desarrolló utilizando tijeras, colores y dibujos.

Pero la Fórmula 1 no era sólo un juego para él, era una forma de explorar el mundo. Noah empezó a estudiar todas las capitales de los países donde se disputaban las carreras del Gran Premio y practicaba inglés para no perderse ni una sola palabra de las comunicaciones por radio durante las carreras. Todavía sonrío porque, incluso hoy, cuando hay una radio del equipo, es Noah quien me traduce en tiempo real, incluso antes que los comentaristas de Sky. Las matemáticas se volvieron imprescindibles. Un día, mientras veíamos juntos un Gran Premio, Noah, que acababa de cumplir cinco años, empezó a calcular cuántas vueltas faltaban para el final de la carrera. Estaba haciendo restas. "Papá," Él me dijo: “Si Leclerc es medio segundo más rápido que Verstappen, en ocho vueltas, puede alcanzar el liderato del GP”. Me sorprendió. Noah estaba utilizando la información que tenía para responder a la pregunta crucial: ¿cómo puede Leclerc ganar este Gran Premio?

El canal de Instagram

Dando un paso atrás, cuando cumplí 40 años, decidí dejar mi trabajo como empleada para entrar en el mundo del trabajo freelance y poder tener más tiempo para estar con mi hijo. No fue una decisión fácil, escribí sobre ello en Cuidado de los hombres Hace unos años. El objetivo no era solo tener más tiempo para pasar con mis hijos, sino tener tiempo de calidad, beneficioso tanto para mí como para ellos.

Cuando Noah tenía apenas tres años, desarrolló una pasión por la cocina. Fue entonces cuando decidimos iniciar un canal de Instagram, donde documentamos cómo, con el espíritu Montessori de autonomía y conciencia, se abría camino entre ollas y sartenes. De esta experiencia nació también un libro, publicado en 2022 en Italia, titulado “Il metodo Montessori in cucina con Noah.” La pasión por la cocina fue desapareciendo poco a poco. Todos pensaban que Noah se convertiría en chef y yo siempre respondía: “Veremos a dónde lo lleva su fuego interior”, y, en efecto, no era la cocina.

El canal @noahcooks2015, originalmente dedicado a sus experimentos culinarios, se transformó así en un espacio donde la creatividad de Noah se encontró con el mundo de la F1. Su curiosidad era inagotable. Había comprendido que la Fórmula 1 no es solo una serie de batallas en la pista, sino un universo complejo de técnica e investigación. Y, curioso como era, logró simplificar conceptos complejos, explicándolos a toda la familia durante la cena.

Así nació la idea de “Noah explica la F1 a los niños”, un proyecto para acercar a los jóvenes la parte técnica de la Fórmula 1 a través de experimentos prácticos. ¿Cómo funciona un túnel de viento? ¿Qué es el ampollamiento? ¿Y los pinchazos? ¿Cómo funciona una manta para neumáticos? Noah lo explicó todo con una claridad sorprendente. A menudo, no basta con encender las chispas, hay que encontrar a las personas que avivarán las llamas. A lo largo de los años, figuras como Mario Isola de Pirelli, Carlos Vanzini de Sky Italia, y piloto de F1 Valtteri Bottas, que quería conocer a Noah en abril de 2021, siempre lo animó. Aston Martin Le abrió las puertas de su fábrica de Silverstone, en el Reino Unido, y le mostró cómo se construye un monoplaza de Fórmula 1. Jarno Zaffelli, de Dromo Design, le explicó cómo se diseña un circuito. Stefano Domenicali, CEO de la F1, le dio la oportunidad de ver detrás de escena una Paddock durante el Gran Premio de Emilia RomagnaTodos esos momentos fueron como semillas plantadas, listas para algún día convertirse en árboles florecientes, ya sea que Noah termine trabajando en la F1 o no.

El canal de Instagram de Noah ha crecido significativamente, y ahora recibimos mensajes de adolescentes de entre 14 y 18 años que, aunque no son tan fanáticos de la F1 como Noah, aprecian su capacidad para explicar conceptos complicados como el overcut o el undercut en tan solo un minuto. Fobia a la radio, una emisora de radio de Reggio Emilia (Italia), le pidió a Noah que presentara un programa sobre la Fórmula 1. Me pareció demasiado para un niño de ocho años. Un programa de radio requiere síntesis, preparación y capacidad de expresar conceptos de forma concisa. Noah aceptó el reto con entusiasmo, demostrando una vez más que cuando un niño se deja llevar por la pasión, las posibilidades de crecimiento personal son infinitas.

He compartido estas reflexiones con Stefano Domenicali en varias ocasiones. ¿Cómo podemos hacer que los niños menores de diez años participen en la F1, sin contar los videojuegos, por supuesto? La F1 está haciendo mucho por atraer a un público más joven a este deporte, centrándose principalmente en un público un poco mayor, de 14 años en adelante, como El proyecto F1 en las escuelasHay mucho potencial en el uso de la plataforma de F1 para la educación de los niños. Al menos, Noah es una prueba empírica de ello.


 

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Noah y la Fórmula 1: un viaje educativo después de la pasión

“Date a un bambino un foglio di carta e dei colori, e chiedetegli di disegnare un'automobile… sicuramente la farà rossa,” diceva Enzo Ferrari. Ma, devo dire, stavolta si sbagliava. Cuando Noah, mio figlio, aveva solo tres años e si innamorò della Formula 1, la prima auto che disegnò non era rossa, ma nera. Già, nera, come la Mercedes di Lewis Hamilton y Valtteri Bottas, i suoi eroi. Forse perché Noah è metà sudafricano (Lewis è molto popolare in Sudafrica), forse perché Toto Wolff, en piena pandemia, gli inviò a casa un cappellino autografato da Bottas, o forse perché i bambini sono irresistibilmente attratti dai campioni. Fatto sta che in Noah si accese una scintilla che si trasformò in una passione travolgente, cresciuta giorno dopo giorno, in modo del tutto spontaneo.

Es curioso, perché io stesso ero stato un grande tifoso di Formula 1, ma avevo poco di seguirla da tempo, da quando Jean Alesi appese il casco al chiodo. Non c'erano modellini in casa, né la TV era mai sintonizzata sui canali sportivi. Insomma, non c'erano influenze esterne, eppure, la passione di Noah per la F1 cresceva incontrollata.

Luego llegó la pandemia.

Noah frecuentaba una scuola materna montessoriana, dove si parlava di educazione cosmica, un appproccio che mira a offrire ai bambini una visione unitaria del mondo, alimentando in loro un profondo senso di meraviglia. Una visione olistica, che collega ogni elemento dell'universo. E pensavo proprio a este concetto quando la scuola di Noah, allora di quattro anni, chiuse a causa del encierro. Quei bambini furono tra i più penalizzati, nonostante gli sforzi delle insegnanti. Tenerli davanti a uno schermo per ore era una sfida quasi impossibile.

Fu durante quei giorni che Noah, per puro caso, scoprì su YouTube il canale “F1 Dimenticata” di Andrea e Yuri, che racconta la storia e le storie della Formula 1. Fu amore a prima vista. Noah comenzó a diseñar el auto del passato. Mis chiese di leggergli i libri di Umberto Zapelloni che ripercorrono la storia della F1. En breve tempo, memorizzò todos los campionati, las victorias de Jackie Stewart, Gilles Villeneuve y Alberto Ascari. Poi iniziò a seguire P1 Matt y Tommy con un gran interés. Mi chiesi come potessi trasformare esta passione in qualcosa di costruttivo, in una'esperienza educativa in stile montessoriano.

E la risposta, come spesso accade, llegó propio de Noah.

A volte basta osservare i bambini: hanno già tutte le risposte, bisogna solo accendere la miccia giusta. Un día, Noah inventó un juego de cartas de memoria con pilotos de Fórmula 1, ritagliando fogli di carta y anotando sobre los compañeros de escuadrón de etapas específicas. Un'altra volta, mi chiese di portare a casa delle scatole vuote che aveva visto fuori da un negozio di frutta e verdura. Non capivo perché, finché non lo vidi in camera sua, intento a ritagliare e personalizzare il casco di Charles Leclerc. Sua manualità si sviluppava atraverso el uso de armas, colores y diseños.

Ma la Fórmula 1 no era solo un juego para lui, era un modo para explorar el mundo. Noah comenzó a estudiar todas las capitales de los países que se pusieron en el Gran Premi, y practicó el inglés para no perder una palabra de las comunicaciones de radio durante la estación. Mi viene ancora da sorridere perché ancora oggi quando c'è un team radio, è Noah a farmi la traduzione in tempo reale, prima dei comentarista Sky. La matematica divenne fondamentale. Un día, mientras guardamos insieme un Gran Premio, Noah, che aveva appena compiuto cinque anni, iniziò a calcolare quanti giri mancavano alla fine della gara, stava facendo le sottrazioni*. “Babbo”, dije, “Se Leclerc gira mezzo secondo più veloce rispetto a Verstappen, in otto giri può raggiungere la testa del GP”. Rimasi se sorprendió, Noah estaba usando la información en su posesión para responder a las preguntas cruciales: ¿cómo pudo Leclerc ganar este Gran Premio?

El canal de Instagram

Facendo un passo indietro, quando ho compiuto 40 anni, ho deciso di lasciare il mio lavoro da dipendente per entrare nel mundo del freelancing per avere più tempo da trascorrere con mio figlio. Non fu una scelta facile. Di esto ho parlato su Cuidado de los hombres qualche anno fa. Il punto non era solo avere più tempo, ma sfruttare al meglio il tempo con i miei figli, per me e per loro.

Cuando Noah aveva appena tre anni, si appassionò alla cucina. Fu allora che decidemmo di aprire un canale Instagram, dove racontavamo come, nello Spirito montessoriano di autonomia e consapevolezza, si destreggiava tra pentole e fornelli. Da esta experiencia è nato anche un libro, publicado en 2022, intitolato “Il mio laboratorio Montessori en cocina con Noah”. La passione per la cucina iniziò a svanire lentamente, tutti pensavano che Noah diventasse uno chef, io rispondevo semper con un “vedremo dove il suo fuoco interiore lo porterà” ed infatti non fu la cucina.

El canal @noahcooks2015, originalmente dedicado a sus experimentos culinarios, si se transformó così en un luogo dove la creatividad de Noah incontrava il mondo della F1. La sua curiosità era inesauribile. Aveva capito che la Fórmula 1 no es solo una serie de batallas en pista, ma un universo complesso fatto di tecnica e ricerca. E, curioso, riusciva a semplificare concetti complessi, spiegandoli a tutta la famiglia durante la cena.

Da quiè è nata la idea de “Noah explica la F1 a los niños”, un proyecto para avanzar en los juegos técnicos de la Fórmula 1 a través de experimentos prácticos. ¿Cómo funciona una galería del vento? ¿Cos'è il ampollas? ¿E i puntos planos? ¿Cómo funciona una termocoperta? ¿Perché si devono scaldare le gomme prima della partenza? Noah spiegava tutto con una chiarezza sorprendente. Spesso non basta accendere le micce, bisogna trovare anche le persone che alimentano la fiamma e negli anni personaggi come Mario Isola di Pirelli, Carlos Vanzini del cielo Valtteri Bottas che lo ha voluto incontrare nell'aprile del 2021, lo hanno semper incoraggiato. Aston Martin Al abrir la puerta de la fábrica de Silverstone, nos enfrentamos a una F1. Un giorno mentre eravamo in Autobus non mi ha chiesto, “ma gli autobus avranno la telemetria? Possono comunicare con il pilota?”. Gli risposi, “domanda interessante Noah, dobbiamo scoprirlo insieme”. E così è iniziato un viaggio dentro il reparto manutenzione di TPER, azienda trasporti bolognese. Noah avuto la risposta (sì, gli autobus usano la telemetria come in F1, ndr)

Stefano Domenicali, director ejecutivo de F1, ha logrado la paz de hospedar a Noah en el barrio general de Londres para discutir la propuesta de Noah en su nueva zona DRS en Silverstone. Gli ha anche dato la posibilidad de ver la dieta del quinto del paddock de F1 Durante el GP de Imola. Todos estos momentos sono stati como semi piantati, pronti a diventare un giorno alberi rigogliosi y esto a prescindere se Noah si occuperà o meno di F1. Non ha importancia.

El canal de Instagram de Noah está creciendo notablemente, y ahora hemos enviado mensajes de los ragazzi desde hace 14 y 18 años, sin ser fanáticos de la F1 como Noah, aprende la capacidad de jugar concetti complicati como overcut o undercut en un solo minuto. . cuando Fobia a la radio, una radio di Reggio Emilia, ha chiesto a Noah di condurre un programma sulla F1, ho pensato che fosse troppo per un bambino di otto anni. Un programa radiofónico rico en síntesis, preparación y capacidad de esprimere concetti en tiempos coincidentes. Noah ha accettato la sfida con entusiasmo, dimostrando ancora una volta che, quando un bambino è guidato dalla passione, le possibilità di crescita personali sono infinita.

Ho condiviso estos pensieri con Stefano Domenicali en diversas ocasiones. ¿Cómo avvicinare i bambini sotto i dieci anni alla F1 excluyendo los juegos ovviamente? F1 está trabajando mucho en la coincidencia de los más jóvenes en este deporte. Principalmente si estás enfocando su objetivo en un po' más alto, hace 14 años en su como proyecto F1 en la escuelal. C'è molto potenziale nell'utilizzo della piattaforma F1 per l'educazione dei bambini. O almeno, Noah ne è la dimostrazione empirica.

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