Moscú y San Petersburgo celebraron el Día Internacional de la Mujer con una interesante exposición de arte gráfico, llamada "Lápiz Feminista", que incluía cómics, carteles y arte callejero creados por mujeres con un mensaje social. Muchas integrantes de Lápiz Feminista utilizaron el arte gráfico para compartir sus experiencias personales con la violencia de género, y la exposición presentó obras que llamaban la atención sobre las luchas que enfrentan las trabajadoras sexuales, las trabajadoras migrantes esclavizadas y otros grupos marginados en Rusia.
Muchas de las obras expuestas también tenían un mensaje para los hombres: los carteles de Anna Repina pedían el fin de la violencia doméstica, mientras que una serie de piezas con esténcil transmitían mensajes como: "¿No sabes qué ser? ¡Sé un buen padre!" y "¡El miedo no es amor!".
La exposición también ofreció clases magistrales para activistas de movimientos sociales. Las clases magistrales abordaron la violencia de género y cómo el arte gráfico puede utilizarse como medio para denunciar problemas sociales agudos.